jueves, 26 de diciembre de 2013
Se trata de una estrategia de lucha
política colectiva, basada en la idea básica de que el sistema o
régimen de dominación y los gobiernos de sus “gerentes”,
dependen en última instancia de la colaboración o conformidad o la
obediencia de la mayoría de la población. En consecuencia, quebrar
la relación de mando-obediencia y negarle obediencia al sistema, es
el punto decisivo alrededor del cual se desarrollan todas sus
acciones.
Dada su naturaleza “pasiva”, el
objeto de la acción no consiste en imponer a otro la propia voluntad
en forma directa sino de modo indirecto. Básicamente consiste en
limitarse o abstenerse de ejecutar determinados actos u orientar las
propias preferencias hacia direcciones muy definidas, en forma libre
y voluntaria, de modo que la repetición de esa conducta a una escala
colectiva, provoque resultados perjudiciales o negativos para quien
es objeto de la acción. Se trata de una forma de accionar pasivo,
que no admite disculpas ni excusas para la omisión o el
incumplimiento por parte del sujeto ejecutor.
Todo depende de lo que haga y quiera
hacer cada uno de nosotros. De esta forma, lo que surge de la
voluntad individual, se transforma en voluntad familiar; la voluntad
de los que están próximos –amigos y conocidos- en voluntad
grupal, luego en barrial, zonal y así, sucesivamente, hasta llegar a
constituir una sólida voluntad nacional dispuesta a resistir
–utilizando todos los medios disponibles- el vasallaje y la
esclavitud.
Simultáneamente, quienes la
practican, van ejercitándose en el autocontrol y en la
autodisciplina, factores indispensables para encarar
responsabilidades y ejecutar acciones de mayor envergadura o de otra
naturaleza, a la vez que se reconstruye la retaguardia social y de
sostén de esa RESISTENCIA, mediante la activación de los lazos de
solidaridad y de confianza colectiva.
La RESISTENCIA CIVIL, implica
paciencia y perseverancia en la acción. Es una larga y fatigosa
marcha. Es lo contrario a una carrera de 100 o 400 metros. Porque
cuando se es débil, pobre y no se tienen medios, el tiempo pasa a
ser un factor determinante en el enfrentamiento con el fuerte y los
poderosos. Por esa razón, la RESISTENCIA CIVIL siempre es
equivalente a tiempos prolongados; no es apta para los que se cansan
pronto, ni tampoco para los apurados e impacientes, los que serán, a
su vez, los más peligrosos, porque son oportunistas, pragmáticos y
especuladores –porque son jugadores y fulleros- siempre dispuestos
a negociar y pactar ante la primera “posibilidad”, porque les
gusta el disfrute fácil, sin esfuerzo; ya, pronto, rápido, ahora.
Es el modo de lucha inicial de los
que son débiles, de los que son pobres y de los que no tienen
medios. Es la forma de romper y destruir la estrategia del REGIMEN o
SISTEMA DE DOMINACION, negándole la posibilidad de que conquiste
definitivamente el alma y la voluntad de un pueblo.
Los activistas de la lucha pacífica
tienen todo un arsenal de "armas no violentas" a su
disposición.
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