viernes, 3 de enero de 2014

Acciones de desobediencia financiera: la experiencia española

 
 
SISTEMA ECONÓMICO INTEGRAL
La economía dominante es, actualmente, un complejo sistema protegido por el Estado y sus tentáculos de control social, lejos del alcance de la gente de a pie, las personas que se interrelacionan a nivel local y las colectividades. Por eso, no es casual que en las facultades de economía no se dedique ni una sola clase a tratar cuestiones de fondo sobre el mundo actual, como son la creación del dinero de la deuda o el control sobre las fluctuaciones en los mercados financieros.

La realidad de las relaciones económicas es mucho más simple y comprensible para la mayoria de los seres humanos. Es por ello que nuestra responsabilidad está en desarrollar herramientas que faciliten las interrelaciones económicas que promuevan la autosuficiencia colectiva y la relación en red. En estas páginas compartimos propuestas y experiencias en relación a un nuevo sistema público autogestionado, asambleario y basado en lo local, que sería el garante de mantenimiento de las necesidades básicas por delante de cualquier interés particular.

Dicho esto, a continuación se dan algunas claves para construir un sistema económico
integral de transición capaz de interaccionar con la realidad de la economía capitalista,
con el objetivo de abandonarla paso a paso.

LA ECONOMÍA COMUNITARIA
La podemos definir como la puesta en común de los recursos para el disfrute colectivo de personas que interaccionan, sin contabilizar el flujo de intercambios. Funciona bajo la reciprocidad espontánea, las relaciones de afinidad, el apoyo mutuo y altos niveles de confianza; sin esperar una compensación a cambio de aquello que se ha compartido.

Algunas ecoaldeas y núcleos repoblados llevan años funcionando con una economía comunitaria de forma que todas las integrantes de la comunidad ponen en común sus ingresos y sus gastos con el objeto de cubrir sus necesidades básicas. Es por ejemplo el caso de Lakabe, en el valle de Artzibar, Euskalherria. En muchos lugares destacan las tiendas gratis de ropa y todo tipo de bienes de segunda mano, que se dejan y recogen sin ningún tipo de fiscalización. Las cosatecas, como bibliotecas pero para cualquier tipo de cosa, son almacenes colectivos donde cada persona deja lo que sólo usa esporádicamente para que otras personas puedan también usarlo.

Huertos comunitarios, cajas de resistencia, comidas populares gratuitas, son otros de los ejemplos continuos o esporádicos que nos muestran cómo una economía sin mercado no es una utopía sino cada vez más una parte de nuestra realidad.

EL TRUEQUE
Acción no-monetaria de intercambio de bienes, servicios y conocimientos. Un acuerdo verbal directo entre ofertante y demandante que satisface las pretensiones de ambas partes en relación a la equidad del intercambio.

EL TRUEQUE MULTIRECÍPROCO: LAS MONEDAS SOCIALES
Las monedas sociales o locales son una herramienta que va más allá de los intercambios directos, facilitando los intercambios multirrecíprocos y estableciendo valor a los bienes, servicios y conocimientos que se intercambian. Son además una pieza clave ara relocalizar la economía, fomentando las relaciones humanas y económicas de proximidad a nivel local y biorregional. Genera un mercado social abierto sólo a actividades que incorporen criterios éticos, ecológicos y sociales que permiten que todas las personas puedan interaccionar equitativamente y sin agentes intermediarios.

Las monedas sociales son una oportunidad para restar hegemonía al capitalismo. Podrían sustituir progresivamente al euro mientras garantizan abundancia, ya que cada individuo es partícipe de la creación de recursos para cubrir las necesidades colectivas, poniendo al servicio de la comunidad sus habilidades y conocimientos. Una red de intercambio puede ser movida por una pequeña masa crítica (30-40 personas próximas o distantes entre sí serían suficientes) que se asocia a nivel local para impulsar relaciones económicas basadas en la confianza y en la proximidad, sobre un
rango de acción biorregional.

Como herramienta de transición. que inevitablemente convive con la economía capitalista, debemos promover un sistema mixto en el que se complementen el sistema LETS y el cambio de moneda. El
sistema LETS (Local Exchange Trading System) define las pautas para promover redes de intercambio local en las que no existen intereses sobre los intercambios. La moneda se genera cuando se produce un intercambio (el ofertante suma un saldo positivo equivalente al valor acordado del intercambio y el demandante resta un saldo negativo), permitiendo el saldo negativo según acuerde la red.

En cuanto al cambio de moneda, se suele permitir cambiar moneda oficial (Euro) por moneda libre pero nunca al revés, ya que el camino emprendido es el de restar hegemonía a la economía capitalista. Además hablamos de la transparencia que requiere esta nueva forma de entender
la economía basada en la confianza. Para ello, se utilizan los sistemas virtuales de gestión de redes de intercambio, que no son más que aplicaciones informáticas conectadas a internet y que sirven para el registro de los intercambios.

Se trata de aplicaciones informáticas similares a las que utilizamos en las entidades bancarias para la gestión de nuestras cuentas, con la diferencia que los datos básicos de saldo y movimientos están accesibles a todos los miembros de la red.

Los sistemas que tienen como soporte de intercambio el papel-moneda son frágiles en esencia, ya que además del peligro de las falsificaciones y el coste de la impresión de los billetes, no permiten saber las fluctuaciones que se dan en el sistema, debido a que no sabemos la cantidad de dinero con el que cuenta cada persona.

El CES (Community Exchange System) es un sistema gestor de moneda social (software online) con más de 10 años de historia, impulsado desde Sudáfrica. Cuenta con miles de usuarios y más de 500 redes de intercambio repartidas por todo el mundo. La diversas cooperativas integrales y redes de intercambio biorregionales (Ecoxarxes) existentes hasta la fecha en el estado están siendo impulsoras del CES hasta el punto que en 3 años las redes CES del estado ya son 150, siendo con diferencia, el lugar del mundo más prolífico en este sistema de intercambio. Sin embargo, y a pesar de su potencial, este software tiene algunas carencias que limita su expansión y uso, por lo que ya se trabaja en una versión más intuitiva y ágil que será su siguiente versión: el Integral CES. Ver
www.ces.org.zaywww.integralces.net

FINANZAS ALTERNATIVAS
También podemos contribuir captando recursos económicos de manera colectiva (ahorros o donaciones) y utilizándolos para financiar proyectos autogestionados de base, de diversa índole, que nutran y fortalezcan las relaciones humanas de proximidad, generando herramientas y alternativas para cubrir necesidades básicas desde una perspectiva colectiva. Con estos objetivos surgió en primavera del 2012 una cooperativa de autofinanciación social en red denominada CASX (en catalán, Cooperativa d’Autofinançament Social en Xarxa)

Caracteríticas principales de CASX:

Sin intereses. Hablamos de la primera estructura bancaria (en forma de cooperativa de servicios financieros) en el Estado español, que operará sin intereses. Esto significa que los préstamos (créditos) y los depósitos no generarán interés para los participantes, es decir, no se genera dinero del dinero.
Autogestión. Autonomía y promoción de la autoorganización al margen del Estado.
Toma de decisiones. Asambleas y grupos de trabajo abiertos a todos los socios y socias.
Superación de la burocracia. Subvertir la legalidad y anteponer a las personas frente a la burocracia. Los colectivos, proyectos o asambleas que carezcan de una persona jurídica propia (NIF) podrán igualmente participar en el proyecto. Por lo tanto, este proyecto revolucionario de banca es una herramienta más para profundizar en formas de financiación de base y autogestionadas, eso sí, con una clara voluntad de romper con los obsoletos esquemas capitalistas de rentabilidad económica.

Uno de los objetivos es captar depósitos (ahorros), promoviendo la reducción de la necesidad de tener cuentas bancarias individuales, depositando nuestros ahorros en cuentas colectivas y poniéndolos al servicio de las decisiones asamblearias. Se recogen también donaciones que servirán para hacer sostenible el propio proyecto de financiación y, en definitiva, hacer viable la autogestión.
Son las personas participantes en las asambleas, mediante los grupos o comisiones de trabajo pertinentes -que estudian la viabilidad de los proyectos-, quienes sugieren la financiación de éstos.

En este sistema no hay posibilidad de hacer uso de la reserva fraccionaria, norma sobre la que opera el sistema bancario mundial, prestando dinero que no tiene. Esta práctica ha generado que el 95% del dinero no tenga ningún tipo de respaldo, es decir, no exista. En el primer sistema, los depósitos se clasifican de la siguiente manera: 1/3 son fondos de reserva (nunca se mueven y son la garantía de devolución para los depositantes), otro 1/3 son fondos invertidos en proyectos “seguros” para apoyar iniciativas sociales ya en marcha y el 1/3 restante sirve para impulsar proyectos autogestionados de base.

En el caso que un proyecto financiado resulte fallido, existen diversos mecanismos para compensarlo: a través de diferentes formas de donaciones y/o acordando una vía alternativa de retorno con las personas responsables del proyecto. En este sentido CASX, ya incorpora desde origen la posibilidad de aceptar monedas sociales, bienes y servicios como forma de devolución de un crédito.

Así pues, es necesario asumir la relación con la economía capitalista como una relación en transición, como parte de un camino a recorrer que, inevitablemente, debe partir del orden de cosas presentes para llegar a generar a largo plazo otra economía fuera de lo establecido.

En este contexto, la profundización en la economía comunitaria, el trueque, las monedas sociales y movimiento de euros hacia proyectos autogestionados, tienen que entenderse como ejes complementarios de una misma estrategia de transición.

LOS NúCLEOS DE AUTOGESTIÓN LOCAL
Entendemos por autogestión local una forma de tomar el control de nuestras vidas, dotando a nuestros barrios y pueblos de infraestructuras que permitan el desarrollo estable de proyectos sociales organizados desde abajo. Esto sirve para romper con nuestra actual dependencia de los precarios sistemas de prestación social pública o privada, dominadas por el Estado y el mercado.

Es en el ámbito local donde podemos contar con mayor capacidad para extender el proceso autogestionario. No en vano es en lo cotidiano donde nos encontramos con nuestros vecinos y vecinas y con los problemas habituales que compartimos.

Se trata de empoderarnos, de construir iniciativas autogestionadas integrales desde la proximidad. A través de estos proyectos, las vecinas y vecinos recuperamos el apoyo mutuo y regeneramos la comunidad como forma de solución a los problemas básicos de nuestra vida personal y colectiva.
Existen diversas experiencias y propuestas de acción que tienen en común la posibilidad de ser aplicadas en nuestro barrio o pueblo. Si somos capaces de ponerlas en común, podremos contar con todo un sistema integral de autorganización social.

Enumeramos algunas de estas propuestas:

Relaciones vecinales de comunidad, apoyo mútuo y cooperación.
Centros sociales, tiendas gratis, cosatecas, bibliotecas sociales, etc...
Intercambio (trueque) de bienes, servicios y conocimientos, monedas sociales, mercado social con participación de comercios y profesionales locales.
Oficinas de desobediencia económica, insumisión fiscal y autorganización de deudoras.
Crowdfunding (microfinanciación colectiva) y cooperativas de crédito sin intereses. Autogestión fiscal.
Bolsa de trabajo y apoyo a la creación de proyectos de autoempleo.
Oficina de vivienda y banco de recursos de inmuebles disponibles.
Cooperativa de vivienda social.
Centro público de salud autogestionado. Facilitadoras de salud.
Oficina de Educación y espacios de aprendizaje colectivo.
Despensas (espacios de abastecimiento e intercambio), grupos de consumo, tiendas de productos ecológicos.
Medios de comunicación comunitarios.
Laboratorios de ecofabricación, reparaciones y maquinaria libre.
Talleres de autoproducción energética.
Grupos de afinidad de activistas.
Asambleas populares.

Así pues, los núcleos de autogestión local serían el primer espacio de aplicación práctica del proyecto de las cooperativas integrales. Es decir el ámbito donde se combinan las diversas iniciativas de transición, especialmente las relacionadas con las necesidades básicas, para generar una forma de vida basada en la generalización de la autogestión.

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