lunes, 13 de enero de 2014
Antes
de entrar en tema, necesario es explicar por qué utilizo el término
“civil” en lugar de ciudadano. La explicación es simple: como
parte de todo lo que la derecha ha destruido, vulgarizado,
frivolizado, pervertido, está el término “ciudadano”. Esta es
sin duda, una excelente razón para utilizar la palabra “civil”
(Cívico,
de la ciudad
o los ciudadanos ); sinónimo al fin, que la derecha no se ha
atrevido a usar.
Muchas
afrentas tiene nuestro Pueblo. No hay lugar, sector, actividad,
gremio, sector de la población, etc. que no haya sido afrentado por
las decisiones de un gobierno que claramente gobierna para una
oligarquía.
Esta
lamentable situación expande las posibilidades de vincularnos con
las luchas de nuestros vecinos, algunas locales, otras nacionales.
El
aumento del costo de los energéticos –incluyendo gas, gasolina y
luz- , los impuestos locales (precio del viaje en metro, el
suministro de agua, el impuesto predial), solo por citar los casos
más relevantes, nos ofrecen una oportunidad de levantar banderas
unitarias y justas que permitan la consolidación de una conciencia
política, en la cual las vanguardias más politizadas juegan un
papel muy relevante.
El
ejemplo de organizaciones no partidistas que trabajan por
reivindicaciones concretas como la ANUEE (Asamblea Nacional de
Usuarios de Energía Eléctrica), que busca tarifas justas y el
reconocimiento del suministro como un derecho humano, ha logrado
articular sectores de la población en todo el país y está en el
camino de consolidarse como una organización nacional con una
robusta capacidad de movilización en torno a sus demandas, que son
profundamente populares.
La
convocatoria a “No Hacer” como parte de una desobediencia civil,
siempre será más simple que convocar a realizar alguna acción
conjunta. El “No” será siempre el primer paso de la organización
de las masas, que poco después aprenderá que tiene la fuerza para
imponer su propio “Sí”.
Por
esto, hoy tenemos a la mano la lucha por las tarifas justas de
energía eléctrica que implica en “No Pago” de los recibos de
CFE, que además si involucramos a las propias instituciones del
gobierno como la PROFECO para recibir el beneficio de la ley federal
de protección al consumidor, evitaremos también los cortes del
suministro a cambio de dos o tres reuniones de conciliación, después
de las cuales se puede promover una nueva inconformidad.
Por
estas razones, a pesar de ser innumerables las causas justas que nos
comprometen con la lucha del Pueblo, debemos empezar por estas
acciones de bajo riesgo y alto impacto que nos permita acumular
fuerza en forma de lazos vecinales y conciencia civil, para emprender
siguientes acciones.
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