lunes, 10 de marzo de 2014
Pero cada semilla es diferente, y aquí les platico cómo recuperar las que pertenecen a la calabaza, el jitomate y el pepino, pues sembrarlas directamente no siempre resulta en su germinación.
Debemos tomar las semillas del fruto en cuestión y quitarles el mucílago (capa viscosa que recubre a la semilla). Esto se logra muy fácilmente poniéndolas en un colador bajo el chorro de agua y frotándolas suavemente con las yemas de los dedos.
Hay quienes recomiendan guardar las semillas un mes antes de sembrarlas, y hay otros que aseguran que con una semana desde que se limpiaron es suficiente. Según mi experiencia, depende de una serie de factores que no necesariamente se pueden controlar. Las dos opciones me han dado buen resultado.
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